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miércoles, 8 de agosto de 2012

~ Dame un porque.


  Sí, dame un porque de lo nuestro, quiero la razón del porque yo tengo que estar aquí y tu allí, tan distante, un porque de lo que antes éramos un nosotros y ahora es un tu y un yo, un porque del tiempo que tal vez no nos corresponde como debería, un porque de la distancia, de nuestras rarezas que poco a poco van siendo más las mías por un lado y las tuyo por el otro, de que tu sepas olvidar más rápido que yo, de los momentos que ahora para ti ya ni siquiera son recuerdos que poco a poco se quedan en el olvido, el porque de que ya no me quieras como antes, la causa del olvido, de tu olvido … conmigo,  el porque de cómo entrantes en mi vida sin permiso y te vas igual, sin nada que decirme, sin nada que justificarme, sin nada que justificarte… ¿pero que digo? Últimamente no hay nada que se justifique, nadie que lo haga, nadie que de un porque, y la razón es que no siempre hay una razón, porque tal vez las cosas pasan porque tienen que pasar y ya esta, simplemente parte del destino, nunca encontraras respuestas a preguntas con sentido pero a la misma vez incoherentes, también injustas. Pero también pienso y digo que si pasan cosas malas es para que aprendas a saber apreciar las buenas, para que otras mejores sucedan, solo es cuestión de tiempo y de saber tener paciencia a lo que te espera.
 

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